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2 Corinthians 5:21God made him who had no sin to be sin for us, so that in him we might become the righteousness of God.” {NIV}

En la segunda parte de "Tu turno" hice referencia a la descripción de Joni Erickson Tada de Dios Padre haciendo a Dios Hijo "pecado por nosotros". Después de recibir peticiones para la referencia, lo estoy compartiendo otra vez aquí.

Desde el Cielo, el Padre se levanta ahora como un león perturbado, sacude su melena y ruge contra el resto marchito de un hombre que cuelga de una cruz. Nunca el Hijo ha visto al Padre mirarle así, nunca ha sentido siquiera el menor de sus alientos calientes. Pero el rugido sacude el mundo invisible y oscurece el cielo visible. El Hijo no reconoce esos ojos.

"¡Hijo de hombre! ¿Por qué te has comportado así? Has engañado, codiciado, robado, chismorreado-asesinado, envidiado, odiado, mentido. Has maldecido, robado, gastado, comido, fornicado, desobedecido, malversado y blasfemado. ¡Oh, los deberes que has eludido, los hijos que has abandonado! ¿Quién ha ignorado tanto a los pobres, ha jugado al cobarde, ha menospreciado tanto mi nombre? ¿Has contenido alguna vez tu lengua afilada? Qué borracho santurrón y lamentable eres, que abusas de niños, vendes drogas asesinas, viajas en camarillas y te burlas de tus padres. ¿Quién te dio la osadía de amañar elecciones, fomentar revoluciones, torturar animales y adorar demonios? La lista no tiene fin. Habéis dividido familias, violado vírgenes, actuado con petulancia, hecho de proxenetas, comprado pornografía, aceptado sobornos. Has quemado edificios, perfeccionado tácticas terroristas, fundado religiones falsas, comerciado con esclavos, disfrutando de cada bocado y alardeando de todo ello. Odio, detesto estas cosas en ti. Me consume la repugnancia por todo lo que hay en ti. ¿No puedes sentir mi ira?"

Por supuesto que el Hijo es inocente. Él es el modelo mismo de la intachabilidad. El Padre lo sabe. Pero la pareja divina tiene un acuerdo, y lo impensable debe tener lugar ahora. Jesús será tratado como si fuera personalmente responsable de cada pecado jamás cometido.El Padre observa cómo el tesoro de su corazón, la imagen especular de sí mismo, se hunde ahogándose en el pecado crudo y líquido. La rabia almacenada por Jehová contra la humanidad durante todos los siglos estalla en una sola dirección.

"¡Padre! ¡Padre! ¿Por qué me has abandonado?"

Pero el cielo se tapa los oídos. El Hijo mira fijamente a Aquel que no puede, que no quiere, bajar la mano ni responder.

La Trinidad lo había planeado. El Hijo lo soportó. El Espíritu lo capacitó. El Padre rechazó al Hijo a quien amaba. Jesús, el Dios-hombre de Nazaret, pereció. El Padre aceptó su sacrificio por el pecado y quedó satisfecho. El Rescate se consumó.

(Cuando Dios llora: Por qué nuestros sufrimientos importan al Todopoderoso, p.53-54)