Todos somos misioneros, y debemos vivir nuestra vida de forma que así sea:
"Estad siempre preparados para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que tenéis. Pero hacedlo con mansedumbre y respeto..." [I Pedro 3:15, NVI].
En el trabajo:
- Llega pronto al trabajo y reza por las personas con las que trabajas y por el día.
- No comas solo: come intencionadamente con tus compañeros de trabajo y conoce su historia.
- Pon "Cristo" en la pregunta del fin de semana: el viernes te preguntan: "¿Qué vas a hacer este fin de semana?". El lunes te preguntan: "¿Qué has hecho este fin de semana?". No te andes con rodeos: menciona siempre el tiempo con Dios, destaca algo de la iglesia, etc.
- Cumpleaños/aniversarios: conozca los cumpleaños y aniversarios de las personas. Cuando sea apropiado, pregunte: "¿Qué es una cosa por la que puedo orar por usted/su matrimonio este año?".
- Evite los cotilleos. Sé positivo. Sé agradecido. Sé amable. Sé respetuoso/sumiso con la autoridad.
- Cuando sepas que alguien está pasando por un momento difícil, ofrécete a rezar por él en ese mismo momento. Reza el Evangelio.
- Sé un servidor. Haz el trabajo que nadie quiere hacer: limpiar después de una fiesta, sacar la basura o limpiar la cafetera.
- Exponga las Escrituras u otros símbolos cristianos apropiados y esté preparado para cuando la gente le pregunte; sin embargo, no sea hortera ni cursi. Sé de buen gusto.
- Busca a los que pasan desapercibidos. ¿A quién no se aprecia? ¿El trabajo de quién está a veces entre bastidores o fuera de la vista (es decir, trabajadores de limpieza, turno de noche, etc.)? Procura bendecirlos y apreciarlos.
- Invite a la gente a proyectos de servicio, como una expresión de HOPE. Este es a menudo un primer paso más fácil que venir a la iglesia, y creará preguntas.
- Cuando otros lo necesiten, lidere la organización de otros para ayudar con comidas, visitas, etc...
En restaurantes:
- Reza una oración significativa durante la comida. No te precipites. Demuestra el valor de Dios y valora que comer es secundario a dar gracias a Aquel a quien le debes todo.
- Antes de rezar, pregunta a tu camarero: "Vamos a dar gracias a Dios por esta comida. ¿Hay algo por lo que podamos rezar por usted?".
- Sea asiduo: mismo lugar, misma hora. La gente es un animal de costumbres. Quizá te toque el mismo camarero o veas a las mismas personas. Procure conocerlos con el tiempo.
- Cuando sea apropiado, deje una GRAN propina junto con una nota o tarjeta de invitación a la iglesia.
En general:
- Reza por las oportunidades. (Según mi experiencia, ésta es una de las oraciones que Dios responde más rápidamente en mi vida).
- Escucha y haz muchas preguntas. Escucha su historia, sus problemas, su dolor, sus esperanzas y sus sueños.
- Hay un gran poder y testimonio en vivir una vida amable, agradecida y alegre ante los demás. En algún momento, la gente te preguntará: "¿Por qué?
- Cuando tengas la oportunidad, reza por la gente en el acto. Hazles oír tu amor por Dios y tu fe en su carácter.
- Tenga a mano recursos como tarjetas de invitación a la iglesia, libros como Más que un carpintero de Josh McDowell, Biblias, etc.
- No te frustres ni te enfades con las dudas u objeciones de la gente. Si no sabes algo, diles que lo averiguarás. No te desvíes con la evolución, los dinosaurios o las malas experiencias de la gente con la iglesia o los cristianos; sigue volviendo a Jesús y a la resurrección. Recuerda que hay muchas pruebas de que Jesús RESUCITÓ de entre los muertos.
- Ten en cuenta que muchas personas son ateos prácticos, es decir, creen en Dios pero viven como si no existiera o no fuera relevante para sus vidas. Demuestra con tu vida que Dios es la Realidad más relevante, el Ser más personal y el Compañero más preciado... ¡y asegúrate de usar el Nombre Jesús!