La loca elección presidencial de 2016 ha terminado, y Donald J. Trump es ahora nuestro Presidente Electo. Yo (Matt) he oído tantas reacciones diferentes a estos resultados-desde el miedo a la euforia y todo lo demás-que tenemos que luchar con la pregunta: "¿Cómo debe un cristiano responder a la Elección 2016?"
1) Rezar
Tanto si votaste por Trump como si no, tanto si te gustan los resultados como si no, como seguidor de Cristo, debes orar sinceramente por nuestro 45º presidente(1 Timoteo 2:1-3).
2) Honor
La Biblia también nos ordena que "nos deleitemos en honrarnos unos a otros" (Romanos 12:10b). Esto significa que debemos honrar a los que no están de acuerdo con nosotros, honrar a los que votaron de forma diferente a la nuestra y honrar a los que están preocupados por los resultados de las elecciones. Y, sobre todo, niégate a dejar que el orgullo, el miedo o la sospecha sean tu actitud de control.
He aquí algunas sugerencias prácticas para demostrar honor:
- No des por sentado lo peor de quienes votaron de forma distinta a la tuya.
No des por sentado que los que han votado a Hillary son laicistas o proabortistas.
No des por sentado que quienes votaron a Trump son insensibles a las minorías o a las cuestiones raciales. En un sistema bipartidista, muy rara vez habrá un candidato que defienda a la perfección tu posición sobre los temas o tus valores. El voto refleja nuestras convicciones, nuestra conciencia y la realidad de las opciones que se nos ofrecen.
Por ejemplo, conozco a muchos seguidores de Cristo que estaban realmente preocupados por muchos de los comentarios de Trump, pero que son votantes de un solo tema para el candidato pro-vida.
- Muestre empatía.
Muchos de nuestros hermanos y hermanas afroamericanos e hispanos están confundidos y temerosos. He hablado con algunos que ya han recibido insultos y han sido insultados verbalmente desde las elecciones. Recordamos que todo el mundo está hecho a imagen de Dios y que somos una iglesia para personas "de toda condición" porque esa es la realidad y la esperanza del Reino de Dios. Sin embargo, mientras esperamos la plenitud de ese Reino perfecto, las heridas, los miedos y las preocupaciones de la gente deben ser reconocidos, respetados y escuchados, no minimizados ni ignorados.
3) Justicia
Nuestro compromiso es con la verdad y la justicia, no con el poder o el partido. Aunque queremos que nuestro Presidente tenga éxito porque amamos a Estados Unidos, nunca debemos dudar en pronunciarnos con claridad y valentía contra la injusticia, independientemente de quién o qué partido ocupe la Casa Blanca.
4) Unidad
Como seguidores de Cristo, lo que nos une en Cristo es más grande que lo que pueda dividirnos en nuestra política. Nos honramos unos a otros; empatizamos unos con otros; defendemos la justicia; y recordamos que somos UNO en Cristo, unidos eternamente en Su Reino.
5) Esperanza
Recuerda que nuestra esperanza no está en quién ocupa la Casa Blanca, sino en QUIÉN se sienta eternamente en el trono del Cielo. No ponemos toda nuestra esperanza en un hombre o una mujer. No dejes que ningún ocupante actual o futuro de 1600 Pennsylvania Avenue te robe o disminuya la esperanza que tienes en Cristo.
La gente sigue buscando una esperanza que no "decepcione" (Romanos 5:5). Donald Trump nos decepcionará, y Hillary Clinton también lo habría hecho. No son salvadores, no son Dios, y no merecen nuestra esperanza ni nuestra adoración. Como seguidores de Cristo, vivamos y compartamos la mejor y más segura esperanza disponible: ¡la esperanza en el Rey Jesús que reina para siempre!