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Nuestros Ancianos nos han llamado como iglesia a un Día de Oración y Ayuno el miércoles2 de noviembre. Vemos conexiones en las Escrituras entre la intensa oración y el ayuno del pueblo de Dios y la obra de Dios entre esas mismas personas (ver Hechos 13:1-3).

Para muchos de nosotros, el ayuno puede parecer fuera del alcance-sólo para unas pocas personas "súper" espirituales. Sin embargo, esto es un engaño satánico y un desaliento dirigido a impedir que el pueblo de Dios utilice una de sus grandes armas espirituales y a robarle a Dios la gloria que obtiene cuando su pueblo crece en su hambre y deseo por Él.

He aquí una introducción al ayuno.

¿Qué es el ayuno?

El ayuno consiste en prescindir voluntariamente de la comida o de cualquier otro regalo de Dios (como las redes sociales o Internet).

Ayunamos de lo que podemos ver y gustar porque hemos gustado y visto la bondad de nuestro Dios invisible, infinito y majestuoso. Ayunamos porque queremos más de Dios.

Cómo ayunar

1) Espere que sea duro. Ya sea por tu dolor de barriga o simplemente porque es nuevo, el ayuno no será fácil.

2) Empiece poco a poco. No pase de "no haber ayunado nunca" a intentar un ayuno de una semana. Empiece con una comida o utilice un ayuno modificado en el que se abstenga de comer, pero beba zumos de frutas e incluso batidos. No intente ayunar con agua durante ningún periodo de tiempo.

3) Tenga un plan: ayune con la Biblia abierta. Tenga un plan sobre la actividad espiritual que realizará durante el tiempo que normalmente dedicaría a comer. Sustituya el deseo de comer (o de lo que se esté absteniendo) por alimentarse de la Palabra de Dios o escuchar música de alabanza u orar.

Recuerda que el objetivo del ayuno no es simplemente pasar hambre, sino renunciar a algo temporalmente para buscar a Dios intencionadamente.

4) Ayunar juntos. Este es un ayuno de toda la iglesia convocado por nuestros Ancianos para que podamos apoyarnos y animarnos unos a otros en nuestro ayuno. En su grupo pequeño, oren juntos durante una comida en lugar de comer juntos. Envíense textos de aliento unos a otros.

Supliquemos juntos ayunando para que el favor, la ayuda, la fuerza y la sabiduría de Dios estén más presentes en nuestra iglesia.

5) Ayune de algo que no sea comida. Algunas condiciones de salud impiden ayunar de comida. Si la sabiduría para usted es no dejar de comer, considere ayunar de la televisión, la computadora, las redes sociales, un pasatiempo, o alguna otra actividad que disfrute ... y reemplace esa actividad con la búsqueda intencional de la mayor alegría que se encuentra en Jesús.