La Buena Nueva es la historia de Jesús, su provisión para la salvación y la inclusión en el Reino de Dios.
La buena noticia es que Dios envió a Su Hijo (Juan 3:16), Jesucristo, nacido de la virgen María (Mateo 1:18-24), Dios en la carne como el Mesías judío prometido (Juan 1:40) para salvar a las personas de sus pecados e iniciar Su Reino (Mateo 1:21; Lucas 2:11; Mateo 3:2; Marcos 1:15). A través de la vida perfecta y sin pecado de Jesús (Hebreos 4:15) y de Su muerte en nuestro lugar, Él sostuvo la justicia de Dios y demostró Su amor perfecto (Romanos 4:25, 5:8; I Corintios 15:3). Con Su muerte en la Cruz, satisfizo la justa ira de Dios y cargó con el castigo de nuestros pecados (Isaías 53:5; Romanos 3:25; I Juan 4:10). Resucitó de entre los muertos al cabo de tres días para demostrar Su poder sobre el pecado y la muerte (Romanos 6:9; I Corintios 15:55-57), para probar Su identidad como Hijo de Dios y Rey de Reyes (Mateo 28:18; Juan 20:27-28; Romanos 1:4; Efesios 1:20-21), y para asegurar que a todos los que se aparten del pecado y confíen en Él les serán quitados sus pecados y serán reconciliados con Dios para siempre como parte de Su Reino eterno (I Corintios 15:13-14; Apocalipsis 5:10).